dissabte, 16 d’agost del 2008

Día 10: Dubrovnik

El reloj nos suena a las 6:30 a.m., nos levantamos a las 6:45, ¡ésto es relajarse en vacaciones!. Desayunamos y nos vamos dirección Dubrovnik, unos 160 km. al sur y dos fronteras por el medio: bosnia y de nuevo croacia. Otro día más disfrutamos de la carretera de la costa dálmata. Sólo en un momento la carretera deja el mar para pasar al lado de unos lagos que hay entre Bacina y Ploce, cerca del delta del río Neretva. Cruzamos las dos fronteras comentadas sin problemas, sin colas ni nervios, últimamente le estábamos cogiendo miedo a las aduanas.
Llegamos a Dubrovnik...y nos vamos, es imposible aparcar en el centro, y eso que prácticamente todo el aparcamiento es de pago. Volvemos a la carretera principal y desde allí hacemos unas fotos panorámicas de la ciudad amurallada.




Volvemos a intentar entrar en la ciudad, pero esta vez nos dirigimos dirección al puerto, tenemos suerte y no tardamos en aparcar, aunque la facilidad con la que lo hemos conseguido nos hace pensar que algo falla y que cuando volvamos se nos habrá llevado el coche la grúa.
Tardamos unos quince minutos en llegar andando a las puertas de las murallas. Hay un auténtico hormiguero de gente, superior incluso al de Mostar y al de Split, que pasean con prisas, de forma estresante, de aquí para allá. Esto hace que una ciudad tan bonita pierda mucho de su encanto. Ni siquiera nos atrevemos a subir a las murallas, aunque esta vez la causa es la calor insoportable que hace al sol.


Después de unas vueltas por la ciudad buscamos un sitio para comer, aunque en verdad es una capta-clientes que habla español la que nos encuentra a nosotros, decidimos comer en su restaurante. En realidad, la terraza está ocupada casi en su totalidad por clientes españoles, que vuelven a proliferar mucho por la zona. Comemos Ensalada de frutti di mare y dos platos de pescado "Dubrovnik" (parrillada de pescado), con dos postres que son una especie de flan, y un café. Todo nos sale por unos 70 €. Después de comer damos una vuelta más tranquila, si se puede entre tanta gente, buscando los sitios que nos indica la guía: iglesias católicas, iglesia ortodoxa, sinagoga, ...





Y para terminar de bajar la comida subimos a buscar el coche. De camino entre el puerto y la carretera a Split vemos atracado el trasatlántico Queen Victoria, es impresionante.
Por el camino volvemos a cruzar las dos fronteras sin problemas, y paramos a fotografiar los lagos cercanos a Ploce y también el pintoresco pueblo de Igrane, ya cerca de Makarska.



Llegamos a Makarska, nos duchamos y cenamos en una pizzeria del puerto, 14 € por dos pizzas, una coca cola y una jarra de medio litro de cerveza. Luego vamos a pasear entre el gentío dirección la playa, y allí nos comemos unos helados sentados en la "arena" de piedras.
Para mañana hemos reservado una excursión turística a las islas de Hvar y Brac, a ver que nos depara. No confiamos mucho en este tipo de excursiones pero el precio de 27 € por persona con comida incluida nos ha parecido bueno. Ya os comentaremos qué tal va todo.